Hallar otros mundos, crearnos el nuestro propio, es algo que la mayoría de nosotros deseamos. Encontrarnos a nosotros mismos en nuestra propia locura. Crear, de eso se trata, de llegar a límites insospechados, límites que ni siquiera nosotros conocemos. Nos puede guiar el famoso conejo blanco diciendo que llegamos tarde, y es que siempre vamos con retraso.
Seguramente habrá alguien que ya haya creado algo parecido a lo que pensábamos, todo ya está pensado. Pero con certeza ningún ser humano es igual que otro, ninguno piensa mejor que otro, ni siquiera dos gemelos son iguales. Cada persona tiene su propio estilo, su propia técnica, ni los mejores alumnos de los grandes maestros que han existido en la historia se pueden parecer a estos últimos.
Crear nuestro propio mundo, nuestros proyectos, es algo donde vamos a encontrarnos con nuestra locura, como si habláramos con el sombrerero loco y nos dijera que es nuestro NO cumpleaños. Cosas que no serán evidentes y que no hayamos pensado y cosas que serán tan difíciles que verlas nos parecerán muchas veces más fáciles que las que vemos delante de nosotros: En esta antítesis del mundo nos ponemos contra nosotros y dónde nuestra imaginación llega al subconsciente de lo que realmente somos.
-Todo tiene una moraleja, solo falta saber encontrarla.(Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas)
Paola Boutellier Rodríguez
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