domingo, 10 de marzo de 2013

Mentiras




Apariencias que luego se esfuman… coincidencias que escapan a su antojo… un pasado erróneo y un futuro prometedor.

A veces una capa superficial es impuesta sobre nosotros para evitar nuestro propio ser, nos pintamos como queremos ser en verdad, dejando atrás la apariencia de las cosas, nuestro propio YO.
Nunca mostramos nuestro interior, sentimos miedo de cómo nos puedan juzgar los demás, dejando ver un ser que agrade a todos los demás y mintiéndonos a nosotros mismos.

A todo le damos dobles sentidos, blanco o negro, rosa o azul, bueno o malo, niño o niña, nunca queremos ver las cosas con medias tintas, o estamos en un extremo o estamos en otro, sin pensar a veces que lo más sencillo sería aceptar las cosas tal y como se nos presentan, sin extremismos y sin medias tintas.

El cuerpo no es más que un soporte, una máscara, un engaño, la capa más superficial que mostramos de nosotros mismos.

La mentira más grande y más carnal que solo nos sirve para gozar de un sentido más como es nuestro propio tacto, tacto que visto de esta manera, nos engaña a nosotros y engañamos a los demás ya que todo es una mentira al no mostrar nuestro propio interior, interior de mentiras que nunca saldrán a la luz salvo para algunos pocos, y en ocasiones ni para nosotros mismos.

Marcos Javier Rodríguez Luque. (Fotografía realizada por Marcos Javier Rodríguez Luque.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario