El arte
de capturar recuerdos, momentos malos, momentos buenos, momentos tristes,
momentos divertidos, momentos sobrecogedores, momentos que hablan por sí solos,
momentos inolvidables... Con solo apretar un botón.
El arte
de parar el tiempo en un trozo de papel, o en un puñado de bits.
Pero no
es tan importante la imagen en sí, que lo que te pueda evocar esa imagen, sensaciones,
aromas, caricias, miedos. Imágenes que no podemos dejar de mirar, una y otra
vez, e imágenes que guardamos en un cajón que evitamos abrir por todos los
medios. Extraordinario el poder de una imagen.
No importan
los años que pasen, una imagen siempre será un portal de viaje al pasado, siempre te hará sentir algo, aunque sea el
mero hecho de que aquello tuvo lugar en algún momento del tiempo.
Las imágenes
antiguas, de guerras, ¿Quién no se ha puesto en la piel del miliciano, o de Cappa
en ese instante? Y ahí siguen estas
imágenes, recordando que aquello pasó, no tanto la fotografía en sí, como la
guerra que representa.
Otras
imágenes quizás menos dolorosas, pero igualmente importantes en la historia,
recordándonos que aquello que reflejan, tuvo lugar.
Luego
también están las imágenes propias, las que nos recuerdan quienes fuimos, y
aquellos momentos importantes de alguna forma en nuestra vida.
Y es
que las imágenes pueden llegar a ser poesía. El escritor, en una situación
dada, saca bolígrafo y papel y comienza una sucesión de letras encadenadas que
acaban emocionando cuando son leídas. El fotógrafo, en el instante decisivo
saca su camara y capta esa parte de la realidad, y no siempre tiene que ser de
forma objetiva, la creatividad del autor cobra un papel importante, aunque solo
sea un punto de vista, nos puede hacer ver una imagen de distinta manera. Y de
igual forma que el escritor emociona con sus letras, el fotógrafo puede llegar
a emocionar con sus imágenes.
La
sociedad, hoy en día vivimos rodeados de todo tipo de imágenes, todas
importantes, pues todas tienen un recuerdo o una historia tras de sí, todas
paran el tiempo del alguna forma. Cada
vez, y gracias a las nuevas tecnologías, cualquiera puede tener una foto de
aquello que le plazca. Quizás este hecho este haciendo que las imágenes estén
perdiendo su valor como tales, que no se
valoren por el hecho de la cotidianeidad.
Las
imágenes de alguna forma, se convertirán en los fósiles de nuestra época, de
nuestra sociedad. Y no solo serán palabras las que hablen de nosotros, las
imágenes estarán ahí para mostrarnos.
Sinceramente
me parece fascinante el poder de una imagen. Lo que puede llegar a evocar en
una persona. Lo que puede decir de una
persona, una situación, o una sociedad entera.
Me
parece extraordinario el arte de parar el tiempo.
Ainara
Fernández.
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