Bueno, hablando de la UMA… más concretamente de la Facultad
de Comunicación… siendo todavía más concreto del mismísimo “Zulo”. Ese sitio
donde nos “encierran” durante unas cuantas horas, aislados del mundo exterior,
por debajo del nivel del suelo, donde parece ser que un extraño ser con cabeza
de pony e invisible (solo algunos han podido verlo, entre ellos Víctor) ansioso
de venganza ha escondido todos los mandos del aire acondicionado, porque otra
explicación no le encuentro, lógico ¿no?
Ese dulce y agradable olor a santísima humanidad al entrar a
una clase donde horas antes ha estado otro grupo gozando a su libre albedrio y
dejando un poquito de cada uno de ellos… no tienen culpa, la culpa es del pony.
Sin duda, lo que más me gusta o llama la atención, es ese
cartelito situado en esas rejas grises que están a la izquierda antes de
entrar, que bien me explico JODER, todavía no he visto a nadie que lo haya
infringido, si es que somos demasiado.
Otra cosa que me fascina es la altura a la que esta puesta
la pantalla corredera del proyector, siendo claro, el final de las diapositivas
no se ve una si te sientas de la tercera fila para atrás…
Pero claro, supongo que está hecho para que ejercitemos las piernas y nos
levantemos una media de 3 veces por minuto, como nos quieren, eso nadie lo
valora tampoco, solo unos pocos y aquel pony del que ya os habéis olvidado.
Y voy a concluir ya que llevo 254 palabras, 256 ahora… vale ya
paro, tampoco es para ponerse así. No lo olvidéis, ¡EL ZULO RULES!
Javier Almazán Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario