sábado, 9 de marzo de 2013

Obsesión: la venda que nos cubre los ojos


  Cisne negro (2010)




Detrás de cada meta en la vida, en el fondo de nuestro ser se encuentra ese ansia por superarnos y perfeccionarnos lo máximo posible para que nuestro rival quede desbancado y sentirnos por encima de todos. Pero sin embargo, el perfecto ganador no es ese, es aquel que es capaz de realizarse consigo mismo sin negativa hacia los demás, pierda o gane la partida; que sepa levantarse en la derrota y  seguir adelante para mejorar sus capacidades. No necesariamente unos son y serán mejores que otros, todos tenemos actitudes y aptitudes que nos definen y eso es lo relevante. En el caso de ímpetu máximo con el reto, la locura y la obsesión actúan en contra de todos los principios haciendo que el ser humano actúe de una forma que no le caracteriza  y provocando un mutación en su personalidad desafiando en sus máximos extremos el trance. En el momento preciso desaparecen los síntomas, desaparece ese ente que se ha involucrado sin permiso en ese cuerpo y que ha dado lugar a una transformación totalmente contradictoria, opuesta y en resistencia a perpetuarse más si cabe en ese cuerpo.

Cómo nos ve la sociedad, cómo nos ve nuestro entorno y cómo nos aceptamos a nosotros mismos son los factores que conllevan a la aparición de todos estos síntomas y que pueden resolverse dentro de un final  nocivo o inocuo.


Jenifer Isabel Bautista Sánchez

GGB – GR4

No hay comentarios:

Publicar un comentario