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No sé por qué ahora me está dando hasta sentimiento de que esto se acabe. Era una forma de conoceros un poco más a todos.

Y eso que cada semana he maldecido el momento de hacer mi entrada, supongo que sería por quejarme de algo. La verdad que creo que no he escrito nada interesante en este blog, todo ha sido algo absurdo, y esta entrada no iba a ser menos.

Se me vienen las preguntas: ¿Qué será de este blog?, ¿hasta aquí?, ¿ya?, ¡qué pena! ¿Alguien seguirá subiendo sus cosas? Pa’ mí que no. Llega el verano y la gente no tiene ganas nada más que de tocarse –expresión que viene a decir ‘‘no hacer ná de provecho’’, no os penséis mal-.

Acabo de venir de pasear por la playa, que ganas de verano. Es pensar que ahora se aproxima lo que se aproxima y que mal rato me da.

Por cierto, Agustín, te quiero mucho pero eso de exponer Apocalípticos e Integrados ahora en actividades complementarias me ha matado. Me ha roto todos los esquemas. Tenía que decirlo.

Y ya está. Que cuando hay tan amplia variedad de temas de los que hablar tiendo a embullinarme (esa palabra no existe, pero me gusta ampliar la gramática española), que en mi mente quiere decir algo como, agobiarme o angustiarme. Se me vienen todos los temas a la cabeza a la vez y, acto seguido, me quedo en blanco. Al final acabo no diciendo nada más que gilipolleces. A veces sirven para algo, y el 97% de las otras veces, no. Creo que voy a por un chupito o algo.

Huntington Recklinghausen