Comer es uno de los más deliciosos placeres, hay quienes prefieren la italiana, la japonesa, la francesa o la española y yo
siento curiosidad y gusto por casi todas pero en definitiva amo la mexicana.
La comida en México, une a la sociedad, a través de ella nacen las amistades, se conocen las parejas, se cierran negocios,
se fortalecen lazos familiares y se disfruta de un buen momento. Todas las
reuniones sociales para nosotros giran alrededor de un desayuno, la comida o
el. En las mesas mexicanas no solamente se sientan los padres e hijos, sino que
se incluye algún amigo, los primos, abuelitos, los parientes que viven fuera,
los viejos amigos y los recién conocidos, el vecino, alrededor de manjares
caseros, de viejas recetas.
En la época prehispánica se comía principalmente maíz,
chile, jitomate, cacao, aguacate, nopal y vainilla. Criaban pavos y perros y además
consumían insectos como chapulines y escamoles. También animales como iguanas,
serpientes, ranas, pescados, ardillas, patos y codornices. Con la Conquista llegaron
de Europa distintos tipos de carnes y se exportaron recursos americanos al
viejo continente como el chocolate y la vainilla, el chile y el jitomate entre
muchos más. En el intercambio de ingredientes adquirimos el cerdo, la vaca, la
oveja, la gallina, el arroz, el trigo y las especias, las manzanas, ciruelas y
frutos rojos..
De la unión de ambos mundos nacen muchas de las grandes
estrellas de la gastronomía mexicana como el Pan de Muerto, las carnitas, los
Chiles en Nogada o la Cochinita Pibil. En todas las versiones culinarias
permanece viva la tortilla, preferida en los hogares por encima del pan y que
sigue siendo la base de la alimentación mexicana, permite elaborar cientos de
platillos distintos.
La cocina mexicana es una de las más completas y variadas
del mundo, se remonta a más de 10 mil años atrás, momento en que el maíz fue
domesticado en el cultivo y hoy sigue siendo el más importante, así como el
trigo es en Europa y el arroz en el Asia, para nosotros el maíz da sentido y
forma a la comida.
Laura Campos
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