Esto con Benedicto no pasaba

CAV, gitana mía, aunque no te lo demuestre yo te quiero, y tú lo sabes. Sin embargo, no puedo evitar pensar que nuestra relación se ha estancado, y es que varios son ya los inconvenientes que tenemos que afrontar diariamente.

Aunque nuestra relación sea tan especial no puedo evitar pensar que cinco horas diarias es mucho tiempo juntos, necesito mi espacio, espero que lo comprendas. Además, siento que nos falta más actividad, nos hemos estancado en una rutina sedentaria, ¿qué fue de aquella CAV amante del cine, siempre cámara en mano? Nuestras charlas sobre McLuhan o Adorno están bien, pero echo en falta algo más de pasión, algo más tangible. Puede que te idealizase, es posible, pero creo que no aprovechamos lo suficiente el enorme tiempo que pasamos juntos y es una lástima.

También quiero mencionar el zulo, nuestro lugar “especial”, tu sitio favorito, aislado del resto de la humanidad. Y es que la distribución de las clases impide que los que se sienten al fondo disfruten adecuadamente de las vistas (diapositivas). Los asientos son bastante incómodos, la sensación es la misma que cuando me siento en tus rodillas, es molesto y a veces incluso duele jeje. La ventilación brilla por su ausencia y tras varias horas de clase no es de extrañar que el aula huela a pony muerto, pese a tu embelesador aroma habitual.

Como ves, en nuestra relación hay tiranteces y he llegado a la conclusión de que deberíamos tomarnos un tiempo para reflexionar. No eres tú, soy yo, creo que te mereces algo más, a alguien mejor. Pese a esto espero que podamos seguir siendo amigos.

Víctor A.