Ayer iba caminando por
calle Larios mientras recordaba, con nostalgia, algunas de las vivencias que he
tenido en esta ciudad. Hace casi cuatro años que decidí venirme a vivir aquí y aun
sigo pensando el motivo que hizo que eligiera este lugar.
Cuando llegué a esta
ciudad no conocía absolutamente nada de ella ya que nunca había estado aquí
antes, no sabía de nadie que hubiera vivido aquí anteriormente y tampoco tenía ningún
familiar o amigo en el que respaldarme. Empezaba así una nueva época en mi vida
en la que tenía que comenzar desde cero. Construir mi nueva vida,
independizarme por primera vez, adaptarme a una nueva ciudad (cinco veces mayor
que mi ciudad natal), convertirme en universitario y hacer nuevos amigos, entre
las tareas principales.
Antes de venir a esta
tierra ya sabía que me gustaría, no sé explicar porque, pero había algo que me decía
que me adaptaría rápidamente y que este lugar se convertiría en mi ciudad. A día
de hoy puedo afirmar que soy un malagueño más y tuve la suerte de conocer a personas
increíbles que se han convertido en parte de mi familia.
En pocos meses me
marcharé de esta ciudad pero nunca olvidaré su gente, su calle Larios, su
clima, su muelle uno, su catedral inacabada, su feria, etc. De Málaga solo
puedo criticar su playa de la Malagueta (no es mi culpa que viva al lado de la
mejor playa del mundo, Tarifa) y ese calor a veces insoportable de verano. Por
todo lo demás, la capital de la costa del sol tiene un lugar privilegiado en mi
vida imposible de reemplazar y miles de momentos vividos que nunca olvidaré.
Manuel de los Reyes Del Valle García
2º CAV B - GR 4
No hay comentarios:
Publicar un comentario