miércoles, 3 de abril de 2013

Tu estilo a juicio


Muchos lo consideran el clásico reality show norteamericano de appearance transformation. Es mucho más.

  Miles de americanos/as feos/as y con pelo grasiento se presentan a un casting en el cual se eligen a los/as que enaltecen más estas cualidades. La misión del programa comienza ahora: transformar la horripilante apariencia del concursante elegido con ayuda de especialistas en estilismo, maquillaje, peluquería y ortodoncia.

  Algunos concursantes muy afortunados tienen incluso la suerte de asistir a una sesión con una lectora de ojos (dicese de persona que adivina todos tus malestares y pesares mentales con solo mirarte right inside your eyes) la cual saca a relucir todas sus intimidades más oscuras delante de miles de personas. “Por tu mirada deduzco que padeces estrés causado por la carga de haber sido una Teen Mom y haber dejado de lado tu vida para dedicarte a tus hijos”

  Los especialistas de las distintas modalidades son fascinantemente identificables. Si fuera puro teatro (QUE NO LO ES) podría decir que están muy bien caracterizados, lo que es muy bueno para identificarlos por la calle o en el parque. En plan “eh mira ese es estilista de tu estilo a juicio seguro”. El peluquero tiene toda la cabellera típica de un peluquero; el estilista sonríe como cualquier estilista lo haría… y del mismo modo funciona en todos los casos.

En fin, me resulta grandiosa, gloriosa e impresionante la labor benéfica de este programa, ayudando a personas con deficiencias higiénicas y estéticas a superar sus problemas, con un jurado que avala todo el proceso, el antes y el después. El patito feo y el hermoso cisne.

  Mis fuentes fiables afirman que los últimos programas cuentan con tratamiento psicológico; ya que no hay que olvidar que los invitados al programa no solo  echan para atrás por su peculiar apariencia, sino también por sus complicaciones sociales-interrelacionales. Es tal el cambio físico y moral experimentado en el programa, que los participantes transformados pasan posteriormente a formar parte del jurado que evalúa los cambios.

Éstos hacen comentarios como “jamás dejaría que esa mujer cuidara de mis hijos”, “parece que trabaja en la industria del automóvil”, “parece un pollo hippie”. Parece mentira lo ingeniosos que son los americanos a la hora de formular frases…  No me queda ninguna duda de porqué nos llevan años de ventaja. Ellos sí que saben describir lo que ven, contarnos la realidad con da igual que formato: audiovisual, oral, escrito… Y esto es ni más ni menos que lo que yo pretendo, contaros las realidades sobre TU ESTILO A JUICIO. Un programa que cambió mi vida al igual que la de todos los indecentes que asisten al mismo.

Pilar Cañestro Fernández.

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