Últimamente estoy
desarrollando cierta fascinación por esta parte del cuerpo, por las nucas, y no
es de extrañar ya que no hay día que no me cruce con alguna, ya sea en clase o
en alguno de los tropecientos autobuses diarios que cojo. Y es que mirar nucas,
a la larga, es más divertido que observar el paisaje, nunca sabes cuál te va a
tocar: con lunares, sin lunares, con pelos, sin pelos, con tatuajes, sin
tatuajes, etc.
A veces un mero
entretenimiento, otras algo más. En ocasiones, escasas, tengo la suerte de
coincidir con nucas como las de la fotografía de arriba, nucas encantadoras,
dotadas de erotismo y que se atrincheran en tu cabeza sin intención alguna de
irse, igual que esa típica canción pegadiza de la que no puedes deshacerte.
Quizás se trate de un
fetiche, no lo sé, no me importa, a mí me entretienen. Creo que empiezo a
comprender por qué en Japón esta parte del cuerpo se considera tan sensual, nos
llevan años de ventaja. Me parece que se trata de una parte bastante
infravalorada por parte de la cultura occidental y espero que con el tiempo tomemos
conciencia. Las nucas son los nuevos escotes.
Víctor A.
Si señor, muy buena. Mis dies.
ResponderEliminargrande victor
ResponderEliminarAlguien tenía que decirlo.
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