miércoles, 20 de marzo de 2013

Nuestra gran administración



Aún recuerdo ese primer día de universidad, tenía una mezcla de ilusión y nervios.
Mi asombro llegó cuando vi la ineficacia de la administración, ¿Cómo podía ser que nadie supiera responder a cosas tan básicas, como que no apareciera en la lista?.
La chica de la secretaria me mandaba a que mirara la lista una y otra vez como si fuera ciega… o no la hubiese mirado cien veces antes de ir.
Me sentía súper pérdida en una facultad en la que nunca había estado y cada vez más aturdida por la situación, peor que en la persecución de la película TESIS.

Después de estar más de 3 horas dándole el coñazo a esta chica que transmitía “amabilidad absoluta”, ¡por fin le vino una idea! (Consistía en mirar en una lista que ella tenía, ya ves tú que difícil de recordar), pero no eran buenas noticias…para ponerle mas motivación a mi gran primer día me dijo: “estas por la mañana en el GR3 y por la tarde en el GGB”,me quede loquísima con esa noticia, eso suponía todo el día metida en la universidad y tener un profesor que me impartiría la teoría y otro diferente que me examinaría…eso no tenía sentido.

Para intentar solucionarlo, le pregunté como podría cambiarme y me respondió que eso era algo casi imposible y que echará un formulario, pero que no serviría de gran cosa… Y todo esto con su GRAN ENCANTO.

¡Ahora debo decirle que lo conseguí!, por fin tengo un horario decente. De esa experiencia tan enriquecedora con la administración ALTAMENTE CUALIFICADA de la UMA pude sacar una moraleja: que las cosas imposibles se consiguen, una gran lección de una gran profesional. 

  -Virginia Orellana Montero-

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