miércoles, 13 de marzo de 2013

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 (Adolf Hitler intentando imitar poses de Béla Lugosi para la revista ¡HOLA!)

Oblicua e independientemente de la cantidad de
licor Amaretto que lleva un tiramisú, hay una mezcla de
alegría y rareza inherente a la imagen. ¿Un chico de
Kirguistán sentirá lo mismo? Es como cuando te quedas
estupefacto al saber que pasarás el finde sólo en casa, pero
asombrosamente llega ese momento en el que vas al baño y
sin dudar estiras la mano para coger el rollo de papel, y no está ahí.
Esto, ¿es cuestión del destino? ¿puede ser el Karma, que no está de tu
parte? Gritos rompen la tranquilidad y serenidad de la soledad que te
rodea. ¿Piensan los vecinos que has perdido el dinero en BetWin?
Esto es ilógico y poco probable.  Todo es muy subjetivo y necesita
muchas horas de reflexión. ¿Es utópico pensar en la idea de una
oclusión de sentimientos, y que la sociedad no llegue a acabar en un
histerismo lamentable y reprochable? Es muy difícil creer en esto cuando
hombres y mujeres aceptan cierta clase de convencionalismos sociales, al
igual, es difícil creer que si una gaviota vuela más de 720º en círculo sobre ti,
es que pretende cagarte encima. Todo en esta vida es incoherente e irracional,
y nunca hay que tener un juicio erróneo, siendo éste una de las peores
actividades que podamos llegar a cometer. Siempre haz bien la cama, y no olvides
que hay ácaros haciendo caca en ella. 

 
                      - No hay colesterol que por burger no venga. (Cita de Alfred Hitchcock extraída de Cosmopolitan Magazine)


                                                                                       .- Oscar de la Rosa Carnota

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