Mi
Málaga querida, me ha inspirado para escribir una reflexión, a algunos les
parecerá cursi, a otros les parecerá interesante, pero al fin y al cabo, es
algo en lo que pienso que se está convirtiendo nuestra ciudad, y hoy me he dado
cuenta paseando cerca de mi casa por la estación de autobuses:
POBRES
Míralos
ahí sentados, míralos abandonados con una jeringuilla en la mano y el tipo de
vida que les ha tocado.
Mira
esos ojos, mira esa penuria, tan gris en sus ojos y la tristeza en su mirar. Mira
la vida que le han hecho jugar.
Quien
antes era un hombre, peor que una rata tratan ya, mira esa jeringuilla en su
mano...
En
este mundo que les han brindado, tanta tristeza le han inculcado. Míralos ahí
sentados con la cabeza en una caverna oscura, alejada del mundo y todas esas
miradas sobre ellos. Mira esa jeringuilla en su mano...
Imagina
lo que piensan en su cabeza corrompida, cuál mentira inventar para llenarse de
frialdad… Tal mentira capaz de nadie oírla jamás. Mira... una jeringuilla en su
inerte mano...
Muerte
desdichada, desdichado pobre hombre… en este mundo en que vivimos, no se aprecia
lo que sufrimos. Mira el pobre ignorado, la vida que hemos acabado.
Ponte
en su lugar, atendiendo a su mirar y en el cuál cualquiera podemos acabar. Mírate...
con una jeringuilla en tu mano...
Cada
día son más los momentos en los que pienso que la situación actual de nuestro
país hace que nos queramos rendir en todo momento, pero aunque eso sea lo que
quieren, no podrán con nosotros si no abandonamos nuestros sueños.
(Fotografía de David Lachapelle, Libro "Heaven to hell", Modelo: Amanda Lepore)
Marcos Javier Rodríguez Luque.
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