miércoles, 10 de abril de 2013

Ajá, ajá, ajá, a...ajá


A pesar de mi anonimato seré respetuoso. Excepto con los que se quedan charlando en las mesas de la cafetería en hora punta. Ni con la de la cafetería que echa menos cantidad de comida. O los que dejan sus bandejas en la única mesa libre mientras luchas contra los demás estableciendo el equilibrio para que no se te caiga la tuya y al final te quedes en medio de un pasillito mientras te empujan los transeúntes y mirando a ver dónde está el camarero para que pueda hacer hueco. Tampoco con los que llevan 183.869 páginas para imprimir a Copycentro.  Mucho menos con aquellos profesores que se sacan las medias de las notas de las axilas. Ni los que alegan haber dicho la entrega del trabajo el primer día para que no se nos echara el tiempo encima pero explican en profundidad el trabajo semanas más tarde. O los que unas veces nos piden una cosa y a la semana siguiente dicen que no es así. Ni con los que se retrasan en la entrega de las notas porque están con sus asuntos, no importa si personales o profesionales, pero después se quejan de que nos cambie una clase de horario y no podamos ir. O nos desmotivan una asignatura...porque “les van a pagar lo mismo”. Con los que te piden la tarjeta de la biblioteca para sacar un libro y después te lo caducan y te dejan dos semanas sin poder sacar alguno sí, que me hace gracia.

Respecto a los demás, putos todos.

- Rob

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