Siempre quise mudarme de esta ciudad, y cuando digo siempre,
es siempre. Puede que los medios de comunicación me hayan influido un poco en
la decisión pero no sirvo para estar aquí. Y menos ahora que estoy en un pueblo
con lo “urbanita” que soy yo… Me fascinan las grandes ciudades, que la gente
vaya como quiera a dónde quiera y sin que le juzguen, ir a tu libre albedrío.
Pero esto es Málaga y bueno, tampoco es que sea una ciudad pequeña, hay mucho
turismo y la verdad es que hay bastante ocio y cultura para ver, como no, las
playas (aunque no es que sean muy buenas todos los sabemos) pero llama la atención y está bastante bien.
Pero si somos honestos todos sabemos también que no es de las ciudades más
limpias que se conocen, ni tampoco la que tiene la mejor educación ni los
mejores puestos de trabajo… Siempre será mi Málaga, pero últimamente el “MI
MÁLAGA” la gente lo está relacionando más con el equipo de fútbol que con
nuestra propia ciudad…
Como ya he dicho, siempre he necesitado salir de aquí,
ciudades enormes que impresionen, que a las afueras hayan paisajes inolvidables
de esos que se te clavan en las retinas y no olvidarás jamás. Nuevas
experiencias, nuevos tipos de personas, nuevas oportunidades de trabajo, de
estudios, de otra cultura, otras fiestas y otro tipo de costumbres.
En contra a esto, aunque me vaya de aquí algún día (espero)
jamás voy a olvidar dónde nací y de dónde vengo, el barrio donde me crié y las
personas que conocí en esta magnífica ciudad porque otra cosa no, pero gente
cachonda hay un huevo. Y no será de las mejores playas pero seguro que cuando
no esté por aquí echaré de menos patinar en el paseo marítimo, sentarme cuando
acabe y mirar el mar, el de las playas sucias de Málaga…pero el mar de mi
ciudad.
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