El otro día unos amigos barceloneses (tiene toda la pinta de
decirse así) me dijeron que ya habían comprado el vuelo para venir aquí en las
vacaciones de verano y me preguntaron que qué tal se estaba. Al terminar la
conversación me reprochaban que les había pintado muy mal todo esto. Juro que
no era mi intención. Supongo que como yo me quiero ir de aquí en los próximos 3
años (con la crisis se quedará en 7 aprox.), frustré todo mi pensamiento equívoco
en esa conversación.
Pero luego pensé en pros y contras y recapacité. Les dije
que Málaga lo tiene todo para estar a gusto, poca cosa es mala aquí. Hace buen
tiempo, hay playa (aunque a mí personalmente
no me gusta demasiado), el equipo de fútbol va bien, Antonio Banderas es de
aquí, Picasso fue de aquí (que en paz descanse), Dani Rovira es de aquí, el
Mocito Feliz es de aquí, y un largo etcétera.
Quitas que cuando un sitio para salir está bien se llena en
dos días de canis / merdellones / kinkis / bakalas / charros, que cuando llueve
mucho se inunda todo (no estamos preparados), que en agosto no se puede estar al
sol y poca cosa más y éste es tu sitio.
Por esto la quiero y no la quiero. La quiero porque en
realidad, es bonita. Si es que es bonita joder, pero la veo todos los días,
inevitablemente, y nos peleamos porque eso cansa. Os quiero.
Patricia Carrillo Fernández
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