viernes, 29 de marzo de 2013

En la telebasura no hay quien viva


Cada vez tenemos que bloquear más canales de televisión, y es que ni la mayor de las huelgas de Limasa traería tanta basura a los salones de nuestras casas. Es increíble al nivel que ha llegado la televisión, pero más increíble es aún que la audiencia responda y es la que demanda cada vez más esos productos, si es que se les puede denominar así. Llamémosles basura. Cada vez que hago zapping voy pasando de basura en basura. Voy buscando si en algún contenedor encuentro un tesoro, algo que merezca ser sacado y observado, pero por desgracia esto ocurre cada vez con menor frecuencia. Ya no se dónde mirar, tengo que regresar al pasado.
Porque realmente, no hay televisión. La información más que información es un “cómo revolveros las tripas mientras coméis poniendo imágenes espectaculares y desagradables” y de la información deportiva mejor ni hablar, primero en Cuatro con un circo montado y con los ya no tan nuevos programas como Futboleros y en especial “Punto Palote” porque de pelotas mucho no se habla. Y si se hablase, sería difícil lograr entender algo, porque gritar es el slogan del programa.
Qué haría yo sin Neox o FDF, cuando reponen esas series con las que de verdad te reías, esas series que no te mostraban solamente tetas y tíos sin camisetas porque no les hacía falta para vender y atraer a los espectadores, sino series que por cómo eran, por cómo se hacían, y aunque sean españolas, no dejen de ser buenas series. Benditas eran series como El Comisario, con Gerardo Castilla al mando de una serie que por si sola funcionaba. Y por no hablar de la gran Aquí no hay quien viva, que ponía las últimas pinceladas a una buena etapa de series españolas. Y es que viendo el panorama actual, con Globomedia a la cabeza haciendo series cuyas diferencias residen en los nombres de los personajes (El Barco, Los protegidos, El Internado o Luna, el misterio de Calenda). GUAU. Menos mal que mantienen Aída, un rayito de esperanza. Aunque cada vez tiende más a cosas en las que no debería meterse.
Luego mi madre me dice que por qué los jóvenes estamos cada vez viendo la TV (bueno, siempre quedarán los que ven Gran Hermano y esas cosas), y me dice que qué hago tanto tiempo en el ordenador. Siempre le digo que lo mismo que en la tele, pero con algo que me gusta. Y es que lo que no hay en España, hay que buscarlo fuera, y aquí entran las cada vez más vistas series americanas, o inglesas, entre otras. Y es una necesidad, al menos para mí, porque en la TV española ya no hay quien viva. Tengo que buscar algo que me haga recordar y sentir lo que viví hace no mucho con las series españolas, y para ello hay que irse a series extranjeras, series que, salvo alguna excepción española que confirme la decadencia, si que valen la pena.

Guillermo del Castillo Amaya

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