martes, 23 de abril de 2013

La casa de los mil cadáveres

“¡Hola niños! ¿Queréis sangre, violencia, monstruos de la naturaleza? (…)”

Pues todo eso y más es lo que encontramos en el debut como director del músico Rob Zombie: La casa de los mil cadáveres. 


El argumento de la película a primera vista parece algo sencillo. Cuatro amigos (dos parejas) que están recorriendo el sur de EEUU en coche sufren un percance mientras intentan buscar al Dr. Satán. Acaban llegando a la casa de los Firefly, una familia cuanto menos “bizarra” que esconde algún que otro secreto.
Esta película es una especie de homenaje (y recuperación) del cine de serie B y del cine de terror bizarro. Y es que Rob Zombie no solo hace películas de terror, sino que se nota que es un apasionado del género. Podemos decir que, en especial, homenajea a La matanza de Texas (1973) de Tobe Hooper, entre otras películas en las que el ambiente sureño de los Estados Unidos es otro protagonista más. Y es que el sur y sus siniestras historias (tanto reales como ficticias) ya han sido varias veces protagonistas en la filmografía estadounidense. Porque el sur tiene una atmósfera distinta, sobre todo para nuestros protagonistas, chicos de ciudad que se ven envueltos en un lugar y en unas situaciones que no conocen y que les quedan muy lejos. 


Aunque su filmografía aún no es muy extensa (cuenta con unas cinco películas y otra pendiente de estreno) ha conformado un universo propio que oscila entre el terror y el humor. Y es que el cine de Rob Zombie no es solo sangre y violencia, sino que cuenta con unos diálogos irónicos, muchas veces entremezclado con esas escenas de asesinatos y torturas. Aparte, también tiene ciertas características formales que pueden diferenciar sus películas de otras, como una fotografía bastante cuidada (en esta ocasión como si de un circo del horror se tratase, con una mezcla de colores muy vivos).


Otro rasgo que destacar es la elección de actores. Para esta ocasión, Zombie no dudó en rescatar viejas glorias del género. Así encontramos a Bill Moseley (que apareció en Masacre en Texas II, de Tobe Hooper), Karen Black (que aparte de aparecer en infinidad de películas del género también trabajó con Hitchcock) y, para mí el más carismático de todos, Sid Haig que hace el memorable papel del Capitán Spaulding. También aparece como protagonista Sheri Moon-Zombie, la esposa del director que se ha convertido como en otra marca de su filmografía, ya que aparece en todas sus películas.  

 Bill Moseley como Otis B. Driftwood

Por supuesto, al ser un músico, la banda sonora será otra de las cosas cuidadas de la película, que cuenta tanto con temas del propio Zombie como de otros grupos y que acompañan el significado de muchas de las escenas o les da más acción.
La historia de la familia Firefly no se quedó aquí, sino que continuó en una secuela, Los renegados del diablo, que a mi modo de ver sigue teniendo el espíritu y el universo del director pero es menos bizarra que su predecesora…no es tan surrealista, sino que se centra más en los asesinatos.

Ana Algarín López

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