martes, 23 de abril de 2013

Rodrigo Cortés con sus Luces Rojas

Después del aclamado estreno de Buried, Rodrigo Cortés regresa a la gran pantalla con una nueva película que, desde su misterioso comienzo hasta su sorprendente desenlace, mantiene al espectador en un halo de intriga y pensamiento.

Una historia perfectamente estudiada en la que se contraponen ciencia y magia; un constante juego de ilusionismo que mantendrá obnubilado al público.
Una película capaz de unir bajo un mismo credo a escépticos y creyentes.

En su nuevo proyecto, presenta personajes perfectamente definidos, entre los que destacaríamos a: Simon Silver (Robert De Niro) oscuro e intrigante, Margaret Matheson (Sigourney Weaver) escéptica y racional; y Tom Buckley (Cillian Murphy) racional, misterioso y escéptico.

Al igual que en Buried, Cortés repite el genero de intriga y suspense, pero ello no implica la igualdad de trama o temática.
A lo largo de la película se debe estar atento a lo que se ve y oye, pero sobre todo a lo que no se ve o a lo que no se quiere ver, pues cada imagen, cada movimiento, cada palabra puede ser el punto de donde parte toda la historia.

Cortés continuamente juega con el espectador, llevándolo hasta donde él quiere, y cuando lo tiene en ese punto, decide confundirlo y cambiar sus creencias y porqués, de manera que no pueda averiguar el final (a pesar de todas las conjeturas que haga) hasta que él decida mostrarnos la verdad y explicarnos su porqué.

Luces rojas es una película para todos aquellos que quieran ver más allá y deseen encontrar una explicación a lo inexplicable.


María Aguilar Cuenca

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