Dicen
que las cosas perfectas no existen, quizás sea verdad. Pero más
allá de eso hay cosas se acercan bastante a la perfección.
Las
horas, película dirigida por Stephen Daldry, quien tiene un
manejo excepcional de los recursos cinematográficos, cuenta la
historia de tres mujeres de distintas épocas que tratan de encontrar
el sentido de sus vidas. Mujeres que aun viviendo en años distintos
están unidas bajo el lazo de sus deseos mediante la novela de
Virginia Woolf, Mrs Dalloways.
Un
guión impecablemente escrito por David Hare, una adaptación de la
novela de Michael Cunningham que lleva el mismo nombre.
Los
personajes llevan a una profundidad emocional tan fuerte que pueden
provocar una catarsis, una absorción, un trance, un abandono de lo
externo, una huida, un escape, un grito. Las protagonistas, Nicole
Kidman, Julianne Moore y Meryl Streep están impecables, brillantes,
magníficas en sus interpretaciones. Cada una de ellas tan distintas
y tan parecidas a la vez, logran transmitirnos tantas emociones
mediante sus llantos o sus débiles risas, sus miradas y sus temores.
Los personajes secundarios no se quedan atrás, son personajes con
una fuerza enorme que mantienen el equilibrio de la película.
Algunos de ellos tienen un papel no muy largo, pero si imborrable, es
el caso de la actriz Toni Collete, que en una pequeña escena puede
trasmitirnos en cada palabra y en cada gesto miles de sensaciones
distintas, o el actor Ed Harris, quien interpreta un enfermo de sida,
dándole una fuerza bastante importante al personaje de Meryl Streep,
creando así una de las escenas más increíbles, bellas e
impactantes de la cinematografía.
Algo
aún más impresionante de esta película es el increíble trabajo
del director de fotografía. Mediante la luz y el color, Seamus
McGarvey diferencia notablemente dentro de la misma película las
tres etapas que se viven, orientándonos como espectadores a vivir
cada época, cada instante como si fuese el mismo que viven nuestros
personajes y logra causar un impacto visual bastante conmovedor.
Una
película que mezcla emociones y sentimientos, penas y falsas
alegrías. Toca temas de impacto social como el lesbianismo de una
manera muy sutil o temas muy duros como el sida, o simplemente temas
de la vida como la infelicidad, el desencuentro con lo que deseamos,
las inseguridades, los miedos, las frustraciones.
He
empezado ésto hablando de la perfección, ya no me caben dudas. Esta
película es tan sencilla, tan rica, tan íntima, tan visual y tan
cercana que es simplemente perfecta.
Aliani Aquino Baroni
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